Un poco melancólico
Hay dinámicas que te afectan más cuando te envuelve un cierto halo de tristeza: círculos cerrados que te rodean pero nunca te incluyen, pequeños gestos o acciones, motivaciones que se muestran inevitablemente sin alertar siquiera a su origen, pequeñas muestras de indiferencia humana.
Hoy tengo un día de esos un poco melancólicos, que no es gran cosa, no es importante, y podría salir de ese estado con un ligero ejercicio de voluntad, pero hace mucho tiempo que no tenía uno de estos estados de melancolía serena, y me apetece explorarlo, dejar que esas pequeñas dinámicas lo alimenten y ver qué tipo de pensamientos produce, siguiéndolos un poco más allá de la superficie, y no dejarlos irse sin mi atención, como normalmente haría.
Y para ello he dado un pequeño paseo por los alrededores de mi lugar de trabajo, aunque no era un paseo sin rumbo como creí al principio, sino que iba encaminado a un lugar y un recuerdo concretos que me apetecía revivir, y sólo con cierta melancolía podía hacerlo. Es un recuerdo de verano, y ahora es invierno, y había mucha gente en el lugar para que el contexto fuera equiparable, y sin embargo, pude recordar claramente el sitio dónde me senté, mi mirada perdida sobre el césped en el que la nubes dejaban pequeñas mareas de luz y de sombra, mientras yo escribía en una vieja libreta que prácticamente nunca usé el comienzo de un poema que mi ánimo no me dejó acabar y que su destinataria nunca supo.
Bueno, hora de abandonar este estado... y seguir currando... jeje :)