martes, mayo 13, 2008

Divagando sobre relaciones

Uno de los momentos más importantes de una relación es, sin duda, el momento en que comienzan, o el hecho de que se produzca o no este momento.

Este comienzo puede ser tan simple como que empiezas un nuevo curso académico y se sienta alguien a tu lado y se presenta, y eso da lugar a una relación que progresa rápido gracias a que el curso en común hace que os veáis con frecuencia. O quizás sales con unos amigos que invitan a otros amigos, os presentáis y de ahí acaba surgiendo una amistad. Pero esa misma situación también puede fácilmente acabar con la formación de subgrupos y que al terminar el día los que no se conocían ya sigan tan desconocidos como antes, porque de hecho no han hablado siquiera.

También entran en juego las impresiones a priori de cada persona, donde al encontrarte con un grupo de personas nuevo pues puedes tener más interés o puede llamarte más la atención una persona que las demás, ya sea porque es más graciosa, porque te parece interesante algún comentario / conversación suya o porque te gusta / atrae. Este último punto es especialmente influyente porque además de tender a concentrar tu interés hacia una persona sobre las demás (con lo que te puedes perder conocer alguien interesante por no hacerle caso), también varía tu posibilidad o tu modo de entablar conversación con esa persona, porque aumentan tus nervios y normalmente cambiará en mayor o menor grado cómo te comportas.

Por si esto fuera poco, tus ganas de "intentar" relaciones, y las ganas de la gente con la que te gustaría hacerlo son totalmente independientes, sin que haya casi relación entre tus impresiones y las ajenas, pudiendo darse todas o ninguna de las posibles combinaciones de interés de uno hacia el otro. Esta parte me parece especialmente interesante porque ese interés o disposición a entablar o no las relaciones suele estar lleno de multitud de prejuicios. Por ejemplo, un total desconocido que se aproxime a un grupo de amigos de toda la vida tiende a ser visto como una cierta "amenaza", es algo desconocido, impredecible, que genera cierto miedo o aversión, que si no es vencida impedirá generalmente cualquier contacto. O una chica con novio al que se le acerque un chico que le parezca interesado en ella puede muchas veces "marcar distancias" ya desde un primer momento, que no es más que una barrera a que se produzca contacto / relación, que perfectamente podría ser de un tipo distinto al que ella teme.

Estos prejuicios o barreras también varían mucho según el contexto. Por ejemplo, en el caso de un grupo al que llega un desconocido, siempre será mejor aceptado si es traido por alguno de los miembros de siempre. Si es uno de los más populares del grupo el que lo presenta y "recomienda" las barreras disminuyen aún más, pues esta presentación supone la concesión de un buen margen de "beneficio de la duda" que sin presentación quizás no fuera concedido. Sin embargo, este "desconocido" podría ser exactamente la misma persona, o una persona igual de valiosa para incorporar o aceptar en ese grupo o para alguno de sus miembros, con lo que la barrera supone una perdida grande potencial para quien la impone. Cierto es, no obstante, que las barreras tienen también un propósito práctico de "evitar perder tiempo" con quien no lo merece y dedicar sólo nuestras energías a quien tiene más garantías a priori.

Pero curiosamente hoy en día creo que hay mucha gente a la que no le sobran tanto los amigos, y, sin embargo, tienen barreras o rechazos hacia la gente sin apenas saber nada de ellas, o un nivel de "exigencia" para dar ese "beneficio de la duda" que no me parece comprensible. O peor aún son los casos de la gente que te habla sólo cuando le interesa y, cuando no, te vuelven la cara y se hacen los que no te ven aún cuando es obvio que sí. Sin embargo, estos días he visto algunas "reacciones" de ese tipo de gente que te trata con un injustificado rechazo exagerado a priori o de las que van con la cabeza demasiado alta como si estuvieran en un estrato "superior" en el que no se dignan a hablarte, que me ha hecho pensar que, a veces, lo que tienen es miedo y usan esa dureza a modo de "defensa preventiva", pero cambiándolas un poco de contexto puede salir una cara más humana y más valiosa.

En el fondo es todo muy complejo y daría para escribir libros, y yo sólo estoy divagando y cada frase que escribo me genera 5 líneas diferentes de pensamiento que no puedo continuar a la vez, con lo que sólo queda un batiburrillo de ideas desperdigadas que voy a dejar ahí porque no tengo más tiempo y simplemente me apetecía hablar un poco en voz alta y decir quizás que yo tengo disponibles bastantes "beneficios de la duda" e intentaré aprovechar los que me concedan. Saludos.

PS: El terminar la tesis vuelve a dejar algún rato a mi mente para divagar por otros temas, aunque no saque tiempo para plasmarlos aquí, y me lleva a tener muchos más pensamientos y más conversaciones gracias a estar viviendo más. Este post, por ejemplo, se nutre de cosas tan diversas como algunas conversaciones con Javi, Nacho, Ricardo, Eva, competiciones por atrapar gambas rebozadas, oportunidades "ajedrecísticas", concursos de "belleza", festivales de cortos, intercambios de miradas o bailes de chiki chiki.