domingo, junio 18, 2006

Cierre temporal

Bueno, he pensado que la forma de cerrar el blog de estos días previos era un poco drástica... que tampoco hacía falta "borrar lo viejo", así que he vuelto a republicar los posts que había y simplemente "deshabilité" los comentarios. Y eso, que sigo cerrado hasta nuevo aviso, necesito desconectar un poco de todo esto. Pero prometo volver ;). Y como ya decía antes, que no os preocupéis, que estoy perfectamente. Chao!

miércoles, junio 07, 2006

Llamémosla M

No suelo contar mis temas sentimentales en el blog, y menos los que son recientes, pero hoy me apetece contar la historia de una chica que fue una parte importante de mi vida el curso pasado, pese a no llegar a ser nunca nada. Me explico:

En verano de 2004 llegaba yo a Granada dispuesto a empezar una nueva etapa de mi vida, y al empezar el nuevo curso tuve la oportunidad de dar algunas clases prácticas a los alumnos de la ingeniería superior. Para aprender un poco la forma de dar las clases, acompañé uno de los primeros días de clase a uno de mis jefes, que impartía otros grupos de la misma asignatura. Y entonces la conocí... ella era una de las alumnas de ese grupo, y el flechazo fue instantáneo, me llamó la atención enormemente nada más verla, pero no fue por el aspecto físico, sino por lo que mi intuición me decía. Digamos que mi intuición nada más conocer o ver por primera vez a alguien suele formarse una primera impresión por los rasgos o los gestos o no sé exactamente por qué, del carácter que pueden tener las personas que veo (aunque también hay veces que mi intuición no dice nada, claro), que igual suena un poco tonto, pero por otro lado, me he equivocado más cuando he ignorado esa intuición que cuando le he hecho caso, lo que me lleva a tener un mínimo de confianza en ella. Digamos entonces que mi intuición al verla ese día fue que era una muy buena chica, simpática, dulce, responsable, y desprendía tanto esa impresión, y mi intuición estaba tan segura de estar acertada, que con eso bastó para que me pasara las dos horas de prácticas deseando que preguntara dudas, para poder ir a responderle y hablar con ella... Y lo cierto es que ella, y una amiga suya que se sentaba con ella, hicieron bastantes preguntas durante la clase, y salvo alguna vez que se me adelantó mi jefe, siempre fui raudo a ver qué querían.

Luego con el paso de los días las pocas veces que la vi, en alguna de las cuales hablamos también un poco, más por casualidad que por otra cosa, empecé a darme cuenta que también la veía muy bonita, y aunque también dudaba un poco de si sería muy joven, me fui quedando cada vez más y más pillado. Y llegados a este punto fue cuando la cosa se puso más difícil, porque yo intentaba tener ocasión de hablar con ella, pero no coincidía con ella nunca, era la persona con la que menos me cruzaba de toda la escuela, no sé realmente donde se metía, si no salía de sus aulas de clase ni nunca iba a la cafetería o qué pasaba, pero no había forma de encontrarme con ella. Me cruzaba incluso muchas veces con su amiga de las prácticas pero casi nunca con ella.

En las pocas oportunidades que la veía me ponía muy nervioso y la saludaba y poco más, y contestaba simpática y eso, pero vamos que eran saludos muy breves, y enseguida se iba (con esa misma amiga de las prácticas) o estaba hablando con gente, etc. Hasta que un día que había un barril en la escuela me volví a cruzar con ella y le pregunté que si se quedaba al barril y me dijo que no sabía, que quizás un ratillo, y siguió adelante, nuevamente con su amiga...

Entonces decidí que si no hacía algo por mantener el contacto con ella en ese momento ya nunca lo conseguiría, así que escribí en un papel mi dirección de correo y la dirección de este blog y me fui con él dispuesto a dárselo en mano, a ver si así conseguía algún modo de hablar con ella que no fuera el infrecuente y breve cara a cara. Pero... ya no estaba por ningún lado, y lo que hice ya como última alternativa es dárselo a la amiga, que sí que seguía por allí, diciéndole que le pasara el papelito a M, aunque no le dije ni qué era ni el motivo.

No sé si realmente entró en mi blog ni cuándo, pero pocos días después escribí un post sobre un puñado de instantes, que la nombraba disimuladamente en sus instantes 14 y 15, para intentar animarla a usar mi email si entraba y le gustaba.

No recibí ningún correo suyo ni ningún comentario en mi blog, y hasta un par de semanas después, tras hacerme varios días el encontradizo en los pasillos del edificio de aulas, no volví a verla, y le quise preguntar por si lo había recibido y qué opinaba del blog y tal. Sólo me enteré de que lo había visto, pero me dijo que por los exámenes tan cerca no había tenido tiempo de comentar nada, y yo estaba tan nervioso que se me debió notar enormemente, y resultaría muy torpe y extraña mi actitud, con lo que me dijo que tenía clase y se fue rápido y ya después de ese día no volví a verla casi nunca, y si la veía miraba para otro lado y ya no nos saludábamos ni nada.

Luego llegó el verano y tras él pasé el resto del año fuera de Granada, y aunque pensé aún muchos meses en ella, al volver en enero ya era todo un poco más lejano, y además al verla de nuevo por primera vez la vi del brazo de otro chico y no sé, ya no me afectaba tanto. Por eso decía al principio que fue una chica importante para mí pese a que no pasara nada con ella, porque sin apenas conocerla me pasé más de un año de enamoramiento, que ya sé que muchos veréis tonto. Y este año ha habido otra chica en la que el proceso de enamoramiento fue bastante más gradual y con mucha más relación, y eso parece más maduro y más serio a mucha gente, pero en el fondo no es mejor ni peor un modo de enamorarse que el otro, y sigo estando seguro de que M es, al menos, una muy buena chica y gran amiga de sus amigos.

Hoy me he acordado de ella, y me he animado a escribir esta historia, porque la he visto pasar por al lado de mi puesto de trabajo al menos 6 ó 7 veces, más de lo que la veía en 4 o 5 meses en la época en que más pensaba en ella y quería encontrármela, que irónico... :/. Ya no tiemblo al verla, es verdad, e incluso hay días, ayer por ejemplo, en que no me gusta especialmente como va vestida, y sigue sin mirarme ni saludarme nunca, aunque su amiga sí que me saluda aún de vez en cuando, pero hoy sí que iba muy bien, y mi intuición, aunque ya no me hace temblar al verla, sigue pensando que es una persona que vale la pena conocer, pero bueno, la ocasión no se va a dar ya, ni quizás sea bueno, que quien sabe qué efecto me produciría... :S.

Y bueno, estoy seguro de que si algún día me leyó, hará ya mucho tiempo que dejó de hacerlo, así que no hay riesgo de que lo haga ahora, ni tendría mucha importancia si lo hace, por lo que quiero terminar con un "poema" que le escribí un día mientras colaboraba en la vigilancia de un examen en el que ella estaba, o más bien un posible final de un poema que podría haber sido más largo. No está retocado, ni revisado, ni nada, simplemente son las líneas que escribí rápidamente en un impulso en el primer trozo de papel que tuve a mano ese día (apenas un trocito de 5x20 centímetros), y que, al recordarlo ahora, he visto que aún seguía doblado en mi cartera, donde en su día esperaba quizás un momento propicio para salir que nunca llegó, y en el que lo que pone es:

Y de repente algo cambia, tu belleza se incrementa como alentada por una fuerza ciclópea que no puedo contener, y te llevas mi corazón hacia ti en una fracción infinitesimal de segundo, mientras a lo lejos cualquier extraño sólo ve que has sonreído, y no advierte siquiera que en tus dientes ahora brilla también el destello de mi amor, atrapado entre tus perlas, y que mi cuerpo es sólo piedra, cuando mi mente lo deja en tu presencia en favor de cualquier punto imaginario más cercano a ti.


Y hasta aquí este "pequeño homenaje" a ese recuerdo de una chica... a la que podríamos llamar M.