martes, marzo 01, 2005

De regreso de Sevilla

Nieve desde el bus¡Qué frío!
Al final en lugar de sábado, domingo y lunes, sólo fuimos el domingo por la mañana (salimos a las 8 de Granada) y regresamos el lunes por la tarde a las 16.

Dicen que la lluvia en Sevilla es una maravilla. Visto así, el fin de semana en Sevilla ha sido maravilloso, sobre todo en el caso de que el viento también puntúe en esa afirmación.

El viaje empezó con un trayecto en bus marcado por la nieve que caía con cierta fuerza a nuestro paso, y que aunque no había calado mucho, sí que empezaba a dar un color bastante blanco al paisaje.

Al llegar a Sevilla nos encontramos con que era el día de la maratón, muchas calles estaban cortadas y el chófer no sabía llegar así a la estación de autobuses, lo cual supuso casi una hora de retraso hasta que al fin llegamos a ella.

Al salir de la estación fuimos en dirección a la catedral, pero la fuerte lluvia y que no todos íbamos bien preparados nos llevaron a desistir de ver nada y partir, de forma un poco alocada para mi gusto, en busca del hotel a pie (que los autobuses hasta que no acabara la marathon no iban).

No obstante esa noche ya sí salimos y paseamos algo, y sobre todo comimos bien, en un restaurante junto al Guadalquivir que se llamaba el faro de triana.

Puente de la barquetaPuente de la barqueta
Por unas razones y otras, el lunes acabé saliendo yo sólo por la mañana mientras los demás dormían y fue ese momento el que más aproveché para visitar un área más grande de la ciudad y sacar fotos donde seguramente los demás del grupo no me hubieran seguido. Y gracias a ello aproveché algo más el día, que sino casi que me hubiera ido de Sevilla sin ver nada, y no creo que vuelva pronto, con lo cual hubiera sido una pena.


Catedral de SevillaCatedral y base de La Giralda
Hacia mediodía me fui acercando al centro otra vez y me reencontré con el resto cerca de la zona de la catedral. El resultado del paseo, aparte de la colección de fotos, fue que el fuerte viento y la lucha por mantener medio entero y abierto el paraguas me castigaron mucho las rodillas y aún hoy me duelen si camino mucho y sobre todo, si intento bajar o subir escalones, pero bueno, no es la primera vez que sufro de las rodillas y unos días de reposo seguro que las ayudan a mejorar.


Y no puedo terminar el post sin destacar lo amable que es la gente de Sevilla, que te ayudaban en todo lo que podían y se portaban siempre muy bien, tanto en la calle como en los bares o el autobús, me ha sorprendido muy gratamente. Un recuerdo especial va para el bar "La esquinita de Arfe", que está bastante cerca de la catedral, si algún día queréis desayunar por la zona, os lo recomiendo sin duda ;).

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