sábado, abril 10, 2004

Un recuerdo del pasado

Cuando las nuevas historias no surgen, o no desean ser contadas, es quizás un buen momento para echar un poco la vista atrás y recuperar algún momento del pasado. Retroced conmigo: marzo de 2004, ..., enero de 2004, ..., 2003, ..., 2002, segunda mitad del 2001.

En el verano de 2001 tuve por primera vez conexión a internet en casa. Siendo estudiante de informática y habiendo acabado ya por aquel entonces los tres primeros años de carrera y obtenido el título correspondiente a la ingeniería técnica, se puede decir que era de los pocos en mi situación que aún no tenía conexión por esas fechas.

Casi inmediatamente, o muy poco después de tener la conexión, comencé a entrar al chat, impulsado por el anuncio de un canal del IRC-Hispano asociado a una web que visitaba por aquellos días. Allí fui conociendo a algunas personas, y entre ellas había gente a la que le gustaba la poesía y que escribían incluso sus propios poemas. No se puede decir que antes de aquel momento mi interés por la poesía fuera mucho. Ni siquiera había leído prácticamente nada y mucho menos había pensado en escribir. Pero con la compañía de esas personas, empecé a entrar a algún canal de poesía e incluso en otros canales tocamos un poco el tema, y me fue atrayendo cada vez más, aunque quizás no tanto por la poesía como por la sensibilidad que descubrí en algunos de los que escribían y/o chateaban por allí. Contagiado por ese ambiente hice mis primeros intentos de escribir algún pequeño poema, aunque no creía que fuera a ser más que un simple experimento.

Sin embargo, una de las personas que conocí, y con las que trabé una amistad que aún hoy conservo, conversaba muchas veces conmigo por aquel entonces en verso, improvisando a medida que escribía, y me animaba a seguir su juego y a arrancarme yo también a improvisar. Al principio cuando ella hablaba en verso, yo hablaba normal, luego le decía que no me salía a mí escribir así, pero ella seguía con líneas y líneas de improvisación, hasta que llegado un momento, y tímidamente al principio, yo también comencé a sumarme al juego de la improvisación y diría que fue ahí, en esos primeros poemas y esas primeras improvisaciones cuando comenzó a nacer libremente mi faceta de escritor.

Al principio sólo escribía poesía, y tendría ya más de 50 poemas antes del momento en que abrí el blog, motivado por la lectura de los blogs de algunos conocidos y por los ánimos de una amiga a que escribiera también algo en prosa, para lo cual el blog me pareció una buena forma, y fue con él como empecé a escribir algo que no fuera poesía ni la prosa propia de los trabajos de estudiante.

Y tras esta pequeña historia de mis comienzos en el campo de la escritura, y aunque ya son muy pocos los poemas que escribí que aún me gustan algo, os dejo uno de ellos, concretamente el que tengo anotado como poema número 11 y que es el que sigue:

Mil veces

Yo te daría mil gracias,
mil abrazos y mil besos.
Mil veces te escribiría
y otras mil te abrazaría
si te sirve de sustento.

Mil veces en el silencio
te haría sentir mi afecto,
y otras mil serían versos,
muy sinceros, imperfectos.

Mil veces calmar tu llanto,
y esfumar con él tus penas,
para oír siempre tu canto,
dulce y bello, de sirena.

Mil flores bajo tus pasos
siempre vivos y danzantes,
los pasos siempre descalzos
de un corazón desbordante.

Tú siempre me has conmovido,
ahora yo intento alegrarte,
mas tras lo que hemos vivido,
con mil veces no es bastante.

Ni mil veces cada instante.

infopoeta 18-02-2002

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